OTTAWA - El Partido Verde de Canadá condena la decisión tomada por los parlamentarios conservadores del Primer Ministro Steven Harper de modificar la normativa que rige la Lista de Control de Países sobre Armas de Fuego Automáticas (AFCCL, por sus siglas en Ingles) para permitir que los comerciantes de armas Canadienses puedan vender armas de asalto automáticas, con cargadores de municiones de alta capacidad, para ser exportadas a Colombia. Este tipo de armas están prohibidas en Canadá.
"Con la larga historia de violencia en Colombia, ¿no hay acaso una gran posibilidad de que estas armas caigan en manos equivocadas?", se preguntó Eric Walton, vocero para Asuntos Exteriores del Partido Verde.
A pesar de un crecimiento económico impresionante, Colombia continúa sufriendo por graves violaciones de los derechos humanos. La violencia interna ha costado la vida a más de 250 mil personas y ha desplazado a millones de ciudadanos desde 1964.
La flexibilización de las regulaciones en Lista de Control de Países sobre Armas de Fuego Automáticas sigue al fracaso del Tratado de Comercio de Armas (ATT), que fue sido diseñado para regular las transferencias internacionales de armas convencionales, y el cual finalizó en agosto del año pasado sin que se alcanzara un acuerdo. El borrador del tratado aspiraba aplicar rigurosos estándares nacionales de exportación basados en los principios internacionales de derechos humanos y el derecho humanitario. Estos estándares requerirían, incluso, mejorar las comparativamente fuertes regulaciones Canadienses de exportaciones militares. No es sorprendente pues, que el gobierno de Harper haya mostrado una decidida falta de liderazgo en la formulación del Tratado de Comercio de Armas.
El Partido Verde de Canadá insta al gobierno canadiense a aceptar la recomendación conjunta de Amnistía Internacional y Canadá Ploughshares para la retirar la propuesta de modificar los controles sobre ventas de armas automáticas que permitirían agregar a Colombia al listado de la AFCCL.
"Las ventas de armas son buenas para negocios y malas para la gente", comentó Joe Foster, vocero de la Comisión de Derechos Humanos del Partido Verde. "Parece claro que el nuevo mantra en todos los frentes de la agenda conservadora es que el comercio está por encima de que cualquier preocupación respecto a la seguridad y los derechos de los individuos".
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